La nueva secretaria 2 (parte 2)

 Al otro día me levanté temprano y me dirigí al mismo lugar donde fui recibido de la misma manera, solo que esta vez al llegar una de las chicas se subió al ascensor y lo cerró diciendo que estaba prohibido subir ahí sin antes cambiarme. presionó el botón del ascensor y bajó un piso. 

Una vez abajo aquella chica me llevó a una habitación donde estaba un traje común. La verdad no tenía nada especial o igual al que usaban las chicas.

De cierto modo eso me tranquilizó ya que no esperaba usar una falda que muestre casi toda mi pierna.

La falda era larga, al igual que la chaqueta. Alado del vestido habían accesorios como la peluca, pechos y caderas falsas.

Amablemente la chica me ayudó a colocarme todos los accesorios.

Esta vez lo hago yo pero la próxima tendrás que hacerlo tú sola. - la chica me daba el traje y se apartaba.

En ese momento recuerdo que con nervios y torpemente pude colocarme  todo pero lo había hecho en 15 minutos.

Lo más difícil en ese momento fue deslizar las pantimedias en mis piernas pues para lograrlo había roto un par de ellas.

Una vez pude colocarme el traje. Frente a mí estaban unos tacones de 5 cm esperándome.

Recuerdo que mi pie a duras penas entraba en dicho tacón pero en cuestión de segundos mi pie se iba acomodando en él hasta calzar perfectamente.

A partir de ese momento comencé a entender que el traje no era común.

La chica del lugar era muy amable y me pudo esperar. 

Una vez salí del vestidor me llevó a una mesa con un espejo y me pidió que usara el maquillaje.

Yo la miré sin entender lo que pasaba, y ella con una sonrisa me dijo.

- Sigue tu instinto

Yo sin entender me senté frente al espejo y agarré el maquillaje. Era como si siempre hubiera sabido cómo funcionaba pero en ese momento pensé que era algo fácil mientras recordaba cómo lo hacía mi esposa.

Al acabar quedé igual o mejor que mi esposa cuando se maquillaba. Era algo que no entendía y mi frágil mente lo justificaba como si fuera algo fácil para cualquier persona.

- estás lista - La chica me llevó hacia el ascensor.

Finalmente con pasos torpes pude llegar hasta el ascensor y subí a un piso que no conocía.En aquél piso había gente igual que yo.

Todos tenían rasgos masculinos y sus trajes eran igual de holgados. La chica me llevo a mi cubículo y frente a mi estaba la foto de un hombre.

El es tu nuevo Jefe.

Todos loa días tienes que venir aquí y preparar todo lo que vas a hacer en el Día.

Mínimo debes estar una hora aquí, una ves acabe el tiempo puedes subir a nuestras oficinas para encontrarte con tu jefe y continuar con tus labores.

En ese momento, pude sentir un poco de tranquilidad y apenas se fue la chica comencé a revisar todas las indicaciones de la computadora.

La verdad no eran difíciles pero si requería tiempo para adaptarme. A los pocos minutos pregunté a uno de mis compañeros donde estaba el baño y me dirigí hacia el.

Al llegar levanté la tapa del inodoro y con un poco de dificultad pude levantar mi falda y bajar mis pantimedias para poder sacar mi miembro y orinar.

En ese momento mi miembro era mas pequeño de lo normal pero asumí que era por los nervios del momento.

Una vez en mi escritorio me puse a revisar toda la información. El tiempo pasó volando y cuando me di cuenta ya había pasado una hora.

En ese momento me levanté y noté que todos mis compañeros ya no estaban. Todos eran chicas e inmediatamente pregunté a mi compañero dónde estaban todos.

Recuerdo que apenas dejé salir mis primeras palabras me detuve abruptamente y me tapé la boca.

Hice un poco de carraspeo e intenté hablar nuevamente. Mi voz sonaba como la de una chica.

Y mi compañero se veía como una chica. En ese momento comencé a asimilar que tal vez nadie se había ido.

Con mis manos toqué mi cuerpo sintiendo mis pechos, los cuales se supone que eran falsos.

Completamente asustado vi a mi compañero y él como una sonrisa me pidió que me tranquilice.

El traje hacía toda la magia.

Supongo que es tu primer día.
Hay muchas cosas que no sabes de éste trabajo.

Esto es sólo el inicio.

Mi nombre es Daniela - mi compañero levantó su mano para saludarme.

- Es hora de irnos - Daniela se expresó mientras se levantaba sin antes revisar su maquillaje.

Vamos, yo completamente confundido me levanté y lo seguí hasta el ascensor donde estaban los demás.

Al llegar todos se dirigieron a otros cubículos mucho mas elegantes y modernos.

Nos vemos al almuerzo - Daniela se despidió mientras se dirigía al cubículo.

Una de las chicas me tomo del brazo y me guío a mi cubículo. En aquel lugar la foto de mi jefe estaba como fondo de pantalla.

Cuándo lo vi, por un momento me dio una sensación familiar. Cómo si fuera mi amigo o algo así.

Una vez me senté en mi silla una de las chicas llevo a mi nuevo jefe al cubículo.

Cuándo lo vi, sentí una fuerte corriente pasando por mi cuerpo.

Ella es karla y será tu nueva secretaria. - la chica se expresó mientras me apuntaba con la mano.

No tenía idea de cual era mi nombre y ahora ya tenía uno.

El es Miguel, tu nuevo jefe - La chica apuntó a mi jefe.

Tímidamente levanté mi mano y Daniel la agarró con confianza.

- Tienes razón - esto es interesante - Miguel se expresó con una cara de emoción.

- Su cara de terror hace que todo valga hasta el momento - Miguel bromeaba.

- Porfavor acompáñame a mi oficina. - Miguel tomó mi mano y como si fuera su hija me levanté sin oponerme a nada.

Porfavor, le recuerdo las reglas para mantener una experiencia positiva - La chica se expresó indicándole a Miguel.

Mañana quiero verte con lentes. Me parece atractivo - Miguel se expresó con seriedad.

Al llegar a su oficina, el lugar era un sueño. Aunque era pequeña, tenía un ventanal gigante que daba una visita espectacular a toda la ciudad.

En su oficina, había un pequeño escrito para mi junto a su escritorio. Yo estaba completamente asustado y solo quería que el día acabe.

Miguel me mostró la oficina y me invitó a sentarme para explicarme en que consistía el trabajo.

Debía agendar y programar todo lo que iba a hacer en el día. De vez en cuando por requerimiento de las oficinas de las secretarias, debía bajar a mi cubículo para continuar con mi trabajo.

Recuerdo que después de todas las explicaciones de Miguel habían pasado tres horas.

Debo seguir las reglas de tus jefas, asi que ya es hora del almuerzo. Nos vemos en dos horas.

En ese lapso de tiempo había estado en una sola posición intentando entender todo mi trabajo.

Cuando moví mi pierna para levantarme noté que la falda estaba apretando mi muslo y mi talón del pie estaba un poco mas alto.

Con mi mano intenté bajar la falda, pues probablemente se había levantado mientras estaba sentado. para mi sorpresa la falda no se movió para nada.


Cuando regrese a ver a mis piernas, tardé un poco en entender que la falda se había encogido. En ese momento no sabía qué hacer pues tenía vergüenza de levantarme y que Miguel me vea pero no tenía opción.

Miguel me estaba mirando fijamente y un poco enojado pues ya debía irme, caso contrario él sería multado por no respetar las reglas.

En ese momento me levanté y pude sentir la fría brisa acariciando mis muslos. Mi falda estaba 10 cm sobre la rodilla y al parecer mis tacones habían crecido también.

En ese momento no lo sabía pero estoy seguro que tenían 8 cm de altura. Mi chaqueta estaba mas al cuerpo y mis pechos eran más grandes.

Con un poco de miedo di mis primeros pasos pensando que iba a tambalear pero fue todo lo contrario. Lo hacía perfectamente bien y de manera natural mis caderas se movían con mi caminar.

Sentía como Miguel observaba mi caminar y eso provocaba en mi una extraña sensación de incomodidad pero también me daba curiosidad.

Obviamente en ese momento no regresé a ver y mi caminar era muy lento y tímido.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron intenté mirar a Miguel pero lo que vi primero fue a una hermosa chica vestida cómo yo. Al principio pensé qué era una de las chicas esperándome pero al poco tiempo entendí que era yo.

Me había convertido en una de las chicas que conocí el día anterior. Me rostro estaba un poco ruborizado y mi rostro estaba sorprendido.

Por un momento hice muecas para asimilar que era yo. Me daba terror las capacidades del traje mientras sentía como todo era mas ajustado.

La sensación de mis pechos siendo ajustados por las prendas era constante
Mientras agarraba mi cabello en todo momento.

Al llegar a las oficinas Daniela me estaba esperando y para mi sorpresa ella también había cambiado .

Sus expresiones habían cambiado y sus movimientos era mas femeninos. Era como tratar con una persona diferente a la que había conocido por la mañana.

Vamos a comer - Daniela se expresó.

En este momento decidí ir al baño nuevamente después de tanto tiempo. Al igual que la mañana levanté mi falda y bajé mis panty medias para agarrar mi miembro y poder orinar.

Cuando mi mano no encontró mi miembro mi sangre se heló pues este disfraz era algo serio. Por unos minutos me quedé paralizado mirando hacia abajo y por momentos mi mano buscaba mi pene.

Mis ganas de orinar eran cada vez más fuertes y por instinto me bajé aún más las pantimedias y me senté en la taza para finalmente dejar salir aquel líquido.

Fue una de las sensaciones más extrañas y un golpe de realidad pues era una mujer de verdad y no me había dado cuenta.

Esto fue el inicio de un proceso de asimilación, por una extraña razón podía mantener la calma y sabía cómo comportarme.

Al salir Daniela estaba con más compañeras y todas eran igual de hermosas que ella. Solo recordaba la extraña razón de encontrar tantas chicas guapas el día de ayer.

Me sentía muy extraño al estar rodeado de hermosas mujeres que nunca estarían a mi alcance pero yo era una de ellas.

Era una sensación de no pertenecer a un grupo pero ese mismo grupo compartía todo. Mientras salíamos a almorzar todas las chicas hablaban y se movía de una manera muy femenina.

No pasó mucho tiempo hasta darme cuenta que yo también lo hacía cuando conversaba con ellas.

Lo extraño Es que yo tenía los tacones más altos, pechos mas grandes y la vestimenta más ajustada que ellas.

Esta fue tu novatada. - Daniela se expresó riendo.

Te voy a explicar cómo funciona el traje.

El traje es "mágico" y te convierte en una mujer como lo estás viendo pero tiene una trampa.

Para que funcione es necesario ligarlo a tu jefe, así que debes tener mucho cuidado pues el disfraz tiene el poder de cambiar tu mentalidad.

Es por eso que mientras más tiempo estés con tu jefe te vuelves más sensual y provocativa en cuerpo y mente.

Al principio todo es muy confuso pero después comienzas a asimilar tus sentimientos hacia tu jefe.

Era una locura, el disfraz era capaz de hacerme sentir cosas por Miguel y yo no podía hacer nada.

Tu proceso de transformación está más avanzado que el nuestro. Si queremos trabajar en paz debemos cuidarnos de no estar mucho tiempo con nuestros jefes.

Debes tener mucho cuidado con lo que pase a partir de ahora hasta acabar el día.

Te lo digo porque yo ya pasé por esto y créeme que el traje no tiene límites. Se mete en tu mente y cambia tu vestimenta y cuerpo hasta cumplir su misión.

El grupo de chicas salía del edificio y  eran la Sensación del lugar, pues su sensualidad era evidente.

Las chicas al parecer disfrutaban su fama y era evidente como todos las miraban pero para mi sorpresa yo estaba en aquel grupo.

Las miradas caían sobre mi, haciéndome saber que ahora era una de ellas. En ese momento no me sentía cómodo pero mi yo femenino actuaba natural mientras yo me moría por dentro.

Todas caminaban agarradas de los brazos imponiendo presencia y yo estaba allí. Imponiendo mi presencia sin quererlo.

Cuando llegamos al restaurante, el lugar era muy lujoso y los meseros tenían una mesa reservada para nosotros.

Tenemos una nueva compañera - Daniela se expresó.

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